Antonio Fernández Espinoza, director general de la principal productora y exportadora de té de la Argentina, afirmó que a la competitividad que otorgó la devaluación de diciembre a las exportaciones de té se la “comió” rápido la inflación y, además, generó que los compradores internacionales presionaran buscando pagar precios aún más bajos por el producto.
Fernández Espinoza relató que hacia fin del año pasado, los compradores de té argentino (EE.UU. es uno de los principales importadores) estuvieron ofreciendo precios más bajos por el producto y esperando a ver si se producía la devaluación, que finalmente aconteció en diciembre con la salida del cepo. “Cuando finalmente entraron al mercado, fue a precios más bajos y por menores volúmenes, en algunos casos”, señaló el empresario.