jueves, agosto 28

Kicillof estudia cerrar las exportaciones de yerba mate

El ministro de economía Axel Kicillof considera que la suba de los precios para exportación, en torno al 60%, está presionando para que suba el producto en el mercado interno. Por tal motivo, estaría estudiando cerrar las exportaciones de este producto que integra la canasta básica y, de paso, golpear al gobernador Maurice Closs y al presidente de la Legislatura, Carlos Rovira, por apoyar la candidatura del gobernador bonaerense, Daniel Scioli.

Según medios nacionales, el Ministro de Economía estaría estudiando cerrar las exportaciones de la yerba mate, al considerar la fuerte suba del producto en el precio internacional, como la causante del incremento del precio en el mercado interno. A la restricción en las exportaciones de carnes y lácteos, también podría sumársele esta, que afecta en forma directa a los molinos y a toda la cadena yerbatera de Misiones.



Según LPO, Kicillof buscaría frenar el incremento en el costo de vida, cerrando las exportaciones de la yerba mate, uno de los productos que integran la Canasta Alimentaria en Argentina. En los últimos dos años el precio de exportación de la yerba aumentó un 60% y el ministro estaría convencido de que esta situación está presionando sobre los valores internos del producto, que ya no se consigue en los comercios minoristas por menos de 45/50 pesos por kilo.

En este sentido, se conoció que el Secretario de Comercio, Augusto Costa, también considera que con la restricción a las exportaciones, se logrará frenar el avance en el precio de la yerba mate. Esto, sin tomar en consideración los incrementos en los costos productivos que están directamente ligados a la impresión de moneda –que conlleva depreciación- y al proceso inflacionario que golpea al país desde hace varios años.

El plan de Kicillof y Costa, como era de esperar, generó un alto grado de malestar en el sector. Los yerbateros saben que al volcar yerba de exportación al mercado interno, la industria tendrá menor poder de compra y, en definitiva, se verán perjudicados los productores. En este contexto, lo cierto es que en septiembre los directivos del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) comenzarán a discutir el segundo aumento anual para el kilo de la hoja verde y la canchada. Se espera que el incremento ronde un 25 %. Aunque las negociaciones siguen trabadas porque el gobierno nacional, no permite trasladar el incremento en el costo productivo al valor de salida de Molinos. Por lo que el sector manufacturero, representado en el Instituto, no acordaría una nueva suba, pese a que, por la escasez del producto, se están pagando en el mercado, valores mayores al precio sostén.

Si Kicillof no logra bajar ahora el precio de la yerba, a partir de octubre, ya con los nuevos valores pagados al productor, el nuevo aumento se trasladará de inmediato a los consumidores haciendo de la yerba un producto de lujo. Siendo que se trata de uno de los productos que tradicionalmente integran la Canasta Alimentaria en Argentina, justamente por su capacidad de sustituir alimentos gracias a sus propiedades energizantes.

Otra de las alternativas que mandó a estudiar Kicillof es aumentar las retenciones a la yerba (que actualmente se ubican en el 5 por ciento) para desincentivar las exportaciones y de paso aumentar la recaudación fiscal. Sin embargo, esta idea, según cuentan algunas fuentes oficiales, es menos probable ya que el desgaste político de la medida sería bastante mayor al de cerrar las exportaciones sin previo aviso.


Interna política del kirchnerismo y sus repercusiones en la provincia

Si se concretara el cierre de las exportaciones, en términos políticos, el ministro de Economía aprovechará para enviarle un mensaje al gobernador Maurice Closs, quien se mostró la semana pasada junto al gobernador Daniel Scioli y a su ministro de Asuntos Agrarios, Alejandro “Topo” Rodríguez, de visita por Misiones. Al parecer, el apoyo a la candidatura de Scioli generó el fastidio del Ministro, quien también podría candidatearse para ser el sucesor de CFK, en el sillón de Rivadavia.

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