Si la serie de televisión estadounidense Friends se volviera a filmar hoy en día, los personajes sentados en el café Central Perk estarían bebiendo tazas de té verde en lugar de café.
Según la más reciente encuesta anual de la Asociación Nacional del Café, el 59 por ciento de los estadounidenses dijeron que beben una taza de café al día, por debajo del 61 por ciento en 2014 y 63 por ciento en 2013.
Ésta es una mala noticia para los comerciantes de café, quienes ya están preocupados por la reciente caída de los precios del grano de arábica.
EUA es el país que más café consume en el mundo y el café sigue siendo la bebida caliente predominante, según los analistas. Pero más personas – especialmente los consumidores jóvenes – están optando por el té, y el valor total al por mayor del té que se vende en EUA ha crecido de menos de $2 mil millones en 1990 a más de $10 mil millones en 2014.
Peter Goggi, presidente de la Tea Association of the USA, dice que la tendencia parece ser pronunciada entre los que tienen entre 16 y 26 años de edad. "Es evidente que lo que estamos viendo es que el mensaje de que el té es bueno para la salud realmente se ha propagado", dice.
Las teterías están apareciendo por todo el país, a medida que el té emerge como una bebida baja en grasa predilecta. Compañías como Starbucks han comenzado a vender té después de comprar la compañía de especialidades Teavana hace unos años.
El Sr. Goggi dice que la tendencia es "enorme" en EUA, a medida que el té gana lo que los ejecutivos de las bebidas llaman "cuota de gargantas" entre los consumidores. Y aunque el té helado siempre ha dominado la categoría de los tés, la evidencia anecdótica sugiere que el consumo de la bebida caliente está en aumento.
De acuerdo con una encuesta realizada por la encuestadora YouGov en EUA, el café y el té son igualmente populares entre las personas entre 18 y 29 años de edad, de las cuales un 42 por ciento prefiere el café y otro 42 por ciento opta por el té.
Esto contrasta con el 70 por ciento de los mayores de 65 años que prefieren el café al té (sólo el 21 por ciento eligió el té), y el 62 por ciento de las personas entre 45 y 64 años de edad que prefirieron el café.
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