miércoles, julio 29

Economías regionales, crisis en plantaciones de té por baja rentabilidad

Productores del interior de la provincia de Misiones manifestaron su preocupación debido a la incertidumbre con respecto al precio de la hoja verde de té, motivo por el cual se ven obligados abandonar sus cultivos. Por esta razón, piden ayuda del Estado para solucionar esta situación.

"El té fue una inversión mala porque antes te compraban la hoja, este año no se consigue vender en ningún lado. El productor hace la inversión sin saber cuánto le van a pagar, hay firmas que si te aceptan ni los costos llegas a cubrir, te pagan cuando quieren y cómo quieren", expresó Carlos Staciuk (72), productor de Colonia Las Yerbas.



Staciuk vive hace 45 años en la colonia Las Yerbas, a 20 kilómetros de Aristóbulo del Valle y tiene diez hectáreas de té. En agosto inicia la época de poda, la cual consiste en limpiar el terreno y sacar las malezas, lo que demanda un alto costo para el productor debido a que se debe realizar con peones.

"Un changarín cobra entre 200 y 300 pesos por día, pero si esto no deja nada no conviene pagarle. Si se poda ya te sale más económico pero si dejás estar de un año a otro no tenés seguridad porque no sabés cuánto te van a pagar el año que viene y encima los costos de la limpieza son muy elevados, no funcionan las ventas y no hay forma de recuperar la tierra. Cuando llega la época de la cosecha, cosechás y qué haces si nadie te recibe tu plantación", lamentó.

Añadió que otro de los grandes gastos que tiene el cultivo de té es la fertilización de los suelos. "Una bolsa de urea sale más de 300 pesos y en una hectárea necesitás seis bolsas dependiendo de la fertilidad de la tierra, yo tengo que poner en diez hectáreas y hacer esa inversión sin ninguna seguridad de que se van a recuperar los costos, es arriesgado, se abandonan las chacras pero no conviene".

De igual manera, el productor Egan Kleinent (61) -que vive hace más de 34 años en una chacra ubicada en el límite de Aristóbulo del Valle con la localidad de 25 de Mayo- contó que arrendó cuatro hectáreas a un vecino para el cultivo de té pero que éste decidió abandonar la cosecha y por tal motivo ahora no puede hacerse cargo del mantenimiento de la plantación.

"Tengo cuatro hectáreas de té pero nadie quiere y ahora tengo que podar porque si se abandona todo, un día puede valer otra vez; pero si tenés todo abandonado no podés hacer nada. Pasa que sale muy caro podar si no tenés la seguridad después, de que vas a recuperar lo que invertiste, antes pasaba lo mismo con la yerba".

Con respecto a los motivos por los cuales las compañías no compran la hoja de té verde, Staciuk señaló que le dieron varios motivos entre ellos, la inflación.

"Nos dicen que no están recibiendo porque están llenos los secaderos debido a que no hay exportación, por el precio del dólar al industrial no le convenía la inversión y ellos siempre ponen un pero. Además, la mayoría de las tealeras tienen producción propia, las compañías compran terrenos y los llenan de té, lo que no era té reforestaron todo. Antes venían a arrendar tu teal pero te daban una miseria que no valía la pena".

Asimismo detalló que los impuestos que pagan los productores son muy altos en relación a las ganancias que obtienen. "Cuando hacés la declaración de impuestos declarás todo lo que pagás en bruto, no sólo lo que te queda, eso se hace para pagar el monotributo".

Ante este panorama, los productores coincidieron en el pedido de ayuda del Estado para solucionar esta situación.

Certificación del té
Empresas del sector implementaron un proceso para producir té de calidad por la cual se otorga una certificación de la hoja verde para vender un producto diferenciado en el mercado.

Sin embargo los productores consultados indicaron que este sistema es muy exigente y costoso lo que hace casi imposible implementarlo; esto sumado a que no reciben un precio justo. "Nadie cosecha el té porque hay que certificar para obtener un buen precio, pero la inversión que hacés no se recupera con lo que te pagan, son muy exigentes y te piden cosas que como productores nos cuesta mucho", opinó Kleinent.

En la misma línea, Staciuk sostuvo que el valor de las exigencias supera las ganancias. "Estaba el rumor de que se iba a recibir sólo té certificado y tenías que tener todos los trámites hechos pero te pagan una miseria o el algunos casos con cheques a cobrar entre 90 y 130 días, cómo haces para pagar a los trabajadores así".

Para finalizar detalló que son muchos los requisitos para una cosecha que "no vale la pena". "Tenías que tener todo en regla, por ejemplo, si tenés una vertiente en tu chacra ningún animal podía pasar por ahí, hay que llevar un registro y realizaban controles. Cada cuatro días venían los inspectores y recorrían tu plantación y te controlaban, eso te hace perder el tiempo. Entonces estás trabajando e invirtiendo plata y tiempo en un té certificado que no vale la pena", criticó el productor.

Cada vez menos productores
Desde la Asociación de Productores Agrarios de Misiones (Apam) precisaron que en los últimos años hubo una disminución de productores dedicados al cultivo de la hoja verde del té en Misiones.

"La problemática del productor se viene agudizando en cada cosecha de té, pero el responsable es la industria porque no hace el esfuerzo de buscar herramientas o formas de que todos tengan un sistema de margen de ganancia", explicó la dirigente de la Apam, Rosana Argüello.

La referente del agro explicó que "el té tiene un ciclo que hay que respetar" y que no se puede dejar abandonado porque esto le produce un gasto al productor.

"Las cifras de productores de hoja verde de té van bajando por la falta de rentabilidad, muchos productores van dejando esa producción y van saliendo de esa rueda de comercialización porque no le cierran los números. El costo para arrancar una plantación de té es muy alto, más o menos entre 30 mil pesos a más por hectárea, depende de la zona. Eso es un costo muy duro para un pequeño o mediano productor", afirmó Argüello.

En relación al precio de la hoja de té, la dirigente indicó que en la provincia hay cinco grandes productoras que monopolizaron la compra y pagan apenas el 22 por ciento del precio acordado. "El precio que se ha fijado con el Estado -en la última reunión- fue de 0,90 centavos por kilogramo de hoja de té puesto en secadero pero de ahí le han dado al productor entre 0,20 y hasta 0,50 centavos". Por todo ello, los productores indicaron con pesar que se ven obligados a perder todos sus cultivos.
Fuente: agencias/www.visionfederal.com

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