lunes, octubre 6

A partir del 15 de octubre, las principales navieras que concentran el comercio exterior argentino dejarán de cobrar en pesos

La orden del Gobierno de negar cualquier tipo de vinculación con la plaza del "dólar liqui" parece quedar en suspenso si se analiza el cambio que empezará a regir en apenas una semana. A partir del 15 de octubre, las principales navieras que concentran el comercio exterior argentino dejarán de cobrar en pesos en el mercado local por los embarques que llegan o salen del país. En rigor, sólo recibirán sus pagos en el exterior y en dólares. La alemana Hamburg Sud y la danesa Maersk Line ya informaron el nuevo requisito: embarques, y otros gastos asociados –los que no están gravados por el Gobierno– deberán realizarse en moneda extranjera en una cuenta bancaria del exterior. Estas dos compañías de las más grandes del mercado que hasta ahora recibían sus pagos en la Argentina en pesos y a un tipo de cambio cercano al oficial, adoptarán así una exigencia que ya está extendida en el mundo para los envíos que se hacen hacia y desde Venezuela, por trabas cambiarias similares. También se sumaron en las últimas horas Aliança y Safmarine.



En un contexto donde la restricción de dólares está a la orden del día, es impensable que esas empresas no deban recurrir a otros mercados del dólar para hacer sus operaciones, lo que terminará impactando en los precios de los productos exportados e importados, que deberán asumir una parte de sus gastos a un tipo de cambio por encima de los $14. Sabido es que en los últimos meses se endureció la aprobación de importaciones de servicios como turismo, transporte y pago de regalías. La recomendación oficial de ir al "dólar liqui" no pudo compensar la sangría: el saldo entre lo que entra y sale en el sector servicios dejó un rojo de u$s 4.300 millones el año pasado, y tendrá un resultado similar este año, ya que si se lo piensa, hay rubros que se ‘alimentan’ fundamentalmente en el exterior, como es el caso del transporte marítimo que, sin líneas nacionales que cubran los servicios, debe pagarse a navieras extranjeras. Las Declaraciones Juradas Anticipadas de Servicios (DJAS) funcionan restringiendo el acceso a los dólares, por lo que muchas terminaron financiándose con sus matrices del exterior pensando que el BCRA saldaría la deuda. Mitad por atraso, mitad por falta de señales oficiales, las navieras trasladarán sus complicaciones a todas las empresas –importadores y exportadores– del comercio exterior argentino. Las cifras, hasta el primer trimestre del año hablan de una caída de u$s 400 millones de las importaciones de servicios en el primer trimestre de 2014. En los últimos dos trimestres la cifra no sería mejor.

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